
Cuando contraemos alguna enfermedad bacteriana, como puede ser el resfriado o la gripe, es habitual tomar antibióticos para que nuestro cuerpo pueda eliminar los microorganismos que la producen. Pero más allá de los medicamentos que nos recete nuestro médico, existen algunos alimentos, muy comunes de encontrar en cualquier despensa, que pueden proteger el sistema inmunológico.
Estos alimentos actúan como antibióticos naturales al contar con propiedades y componentes que favorecen la producción de bacteriófagos, virus que se replican dentro de las bacterias hasta eliminarlas. Por ello, algunos se han llegado a emplear a lo largo de la historia como remedios curativos tradicionales.
Desde Barea Grupo recordamos que se debe tener en cuenta que el consumo de estos alimentos no sirve como sustitutivo para ningún tratamiento. Son solo complementos. No curan estas infecciones, únicamente ayudan a prevenirlas o aliviar sus molestos síntomas. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Continúa leyendo!
- Ajo
El ajo es uno de los antibióticos naturales más usados por su potencia y efectividad. Su alto contenido en fibra y oligosacáridos estimula las células inmunitarias del organismo. La sustancia responsable del fuerte olor que desprende esta planta, la alicina, es capaz de inhibir la acción de algunas bacterias que causan úlceras estomacales e intestinales. Además, se recomienda para la eliminación de toxinas y reducir los niveles de azúcar en sangre.
- Cebolla
Alimento versátil y muy común de utilizar en cientos de recetas, la cebolla es muy empleada cuando nos resfriamos para abrir las vías respiratorias. Pero también posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Esto es gracias a dos componentes; el azufre, que evita la proliferación de bacterias, y la vitamina C, responsable de aumentar y potenciar las defensas. Consumir cebolla a menudo también ayuda a fortalecer la flora intestinal y regular la glucosa en sangre.
- Jengibre
El jengibre es un poderoso aliado para cuidar nuestra salud gracias a su elevada carga de vitaminas, minerales y fitonutrientes. Componentes que hacen de esta planta de aroma y sabor picante un alimento ideal para aliviar la congestión nasal y el dolor de garganta propios de los resfriados. Junto con ello, ayuda también a regular el metabolismo, la circulación y tiene acciones antioxidantes. Puede tomarse tanto en infusiones como condimento.
- Miel y polen de abeja
¿Quién no se ha tomado una cucharada de miel para aliviar el molesto picor de garganta o la tos que acompaña la gripe o el resfriado? Empleada como edulcorante desde épocas milenarias, esta delicia natural posee una combinación de vitaminas (A, B2, B3, B5 y C) que ayudan al organismo a mantenerse bien protegido frente a posibles infecciones. Por otra parte, el polen de abeja es rico en nutrientes y minerales que fortalecen el sistema inmunitario, como el ácido fólico, el fósforo, el calcio o el potasio, entre otros.
- Romero
Cerramos este listado con una mención a esta hierba aromática que, como muchas otras, además de poder utilizarse en la cocina, sirve para combatir a las bacterias. El romero es eficaz para aliviar infecciones urinarias y diarreas. Es capaz de limpiar el hígado de impurezas y posee propiedades analgésicas. No olvides añadir una ramita en tus recetas, o prepararte una infusión con sus hojas.