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Cómo cocinar huevos en verano para evitar intoxicaciones

18/07/2022 Barea


En verano se suelen preparar comidas poco copiosas, buscando alimentos que refresquen, hidraten y beneficien a nuestro cuerpo. Sin embargo, hay que tener cuidado con todo lo que comamos durante estos meses. Ya que algunos alimentos pueden producir el efecto contrario si no se toman precauciones para su consumo o conservación.

Los huevos son uno de los alimentos más versátiles que podemos encontrar en una cocina. No faltan en ninguna casa y pueden elaborarse de mil formas y salvarnos de un apuro. Como fuente importante de nutrientes, proteínas, grasas y vitaminas, su consumo es muy beneficioso para nuestro organismo. Pero esto hace que, al mismo tiempo, sean también muy sensibles a contaminaciones. En especial, por la salmonella.

La enfermedad que produce esta bacteria, la salmonelosis, se debe en la mayoría de casos por consumir alimentos mal cocinados, que hayan sido manipulados incorrectamente desde su origen, o que cuenten con restos de suciedad. Una infección por salmonella puede llegar a ser muy grave, causando síntomas como diarrea, fiebre, náuseas, vómitos y dolores abdominales.

El calor favorece el desarrollo y multiplicación de estos y otros microorganismos dañinos. Los alimentos contaminados por los microbios de la salmonella suelen tener un olor y sabor en apariencia normales. Por ello es necesario tomar medidas adecuadas y prestar atención a la forma de conservar, cocinar y consumir determinadas comidas para evitar sufrir una intoxicación alimentaria.

Desde Barea Grupo te ofrecemos a continuación varios consejos con los que podrás aprender a cocinar recetas con huevo de forma segura durante los meses de verano, y prevenir de esta forma problemas de salud. ¡Sigue leyendo!

• Comprueba que los huevos proceden de granjas registradas. Esto puede verse, junto con la fecha de consumo recomendado, en los datos de etiquetado que aparecen en el envase o impresos en la cáscara de cada huevo.

• Mantenlos en el frigorífico entre 1 y 10Cº. Si los guardas en la nevera, dentro de su estuche y a esta temperatura, podrás protegerlos frente a bacterias, olores o humedades. Si los lavas con agua, no los conserves de nuevo en frío.

• Revisa que no estén rotos o sucios. En el caso de notar que un huevo tenga restos de suciedad o parte de la cáscara quebrada, tíralo a la basura. Procede de igual forma con los envases.

• Evita la contaminación cruzada. No uses la cáscara para separar la yema de la clara ni la casques en el mismo plato donde luego vayas a cocinar o usar para comer.

• El calor es un aliado. Si cocinas un huevo a una temperatura superior a los 70Cº las bacterias que pueda contener serán eliminadas.

• Refrigera la comida tras cocinarla. Una vez termines de cocinar una receta con huevo, introduce el plato en el frigorífico hasta el momento de la comida.

• No dejes pasar el tiempo. Tienes dos días como máximo para comer platos cocinados con huevo, y un día en el caso de salsas, como la mayonesa, que no requieran cocción.

Si te sientes mal o crees que puedas haber consumido algún huevo contaminado, acude a tu centro médico.